lunes, 18 de enero de 2010

LA UNIÓN/ Hostelería de ultratumba


Expertos en parapsicología obtienen varias psicofonías en el hostal del Cónsul, en el que hace 27 años apareció muerto su propietario con 63 puñaladas por todo el cuerpo; un crimen sin resolver
18.01.10 - 00:55 -
J.A.PÉREZ / L. GUARDIOLA LA UNIÓN./ La Verdad

Fue un horrible y violento crimen sin resolver, envuelto en el más absoluto misterio y del que nunca se ha dejado de hablar en La Unión. Ahora, unas pruebas practicadas en el lugar de los hechos por la Sociedad Española de Investigaciones Parapsicológicas (SEIP) han dado como resultado, según la interpretación de estos analistas, la revelación de unas psicofonías que añaden nuevos interrogantes sobre esta cruel muerte.
El asesinato del Cónsul, como se conoce popularmente, data del 27 de marzo de 1982. Esa misma mañana, el propietario del hostal 'El Cónsul', Alfonso Martínez Saura, fue visto vivo por última vez en la calle. Por la tarde, un camarero dio el aviso de que el local estaba extrañamente cerrado.
Antes del anochecer, tras forzar una ventana, el agente de la Policía local Antonio Mata halló a Alfonso muerto al pie de la barra del bar, con todas las puertas y ventanas trincadas desde el interior. La doctora de Urgencias que certificó la defunción contó hasta 63 puñaladas, ninguna de las cuales penetró en órganos vitales. Eso hizo pensar que fue una muerte agónica causada por los pinchazos de un pequeño arma punzante, aunque también se dijo que el corazón había parado de latir antes del ensañamiento. Las investigaciones concluyeron en nada e hicieron acrecentar el misterio. Alfonso, en aquella época separado de su mujer francesa, Gilberte Florentine, era un hombre algo extravagante, señala el cronista oficial de La Unión, Francisco Ródenas. Los informes policiales cuentan que días antes de su muerte, bromeó con la presencia de fantasmas que tocaban el timbre y desaparecían. A la policía le decía que era desconfiada con la gente. Los clientes registrados los días precedentes no aportaron pistas. El arma asesina no apareció. Alfonso tenía cabellos cogidos en la mano, síntoma de lucha. Su cartera apareció dos días después en un camino cercano, con el dinero y sus pertenencias. Se contemplaron todas las hipótesis:ajuste de cuentas, crimen pasional y robo de objetos preciosos que traía de África. Según Antonio Mata, siempre se trabajó con el supuesto de que fue alguien conocido y que entró en el hostal con la autorización de Alfonso. Hubo sospechosos, pero no se pudo imputar ni detener a nadie.
«Ayuda, necesito ayuda»
Ricardo Carrión era el concejal de Cultura en 1982 y vivió aquellos días de conmoción popular. En su opinión, 'El Cónsul' despertó mucha expectación en la comarca, «pero por ser algo novedoso, no por nada de misterio o cosas extrañas». De hecho, afirma Carrión, ni durante los meses siguientes ni años después, escuchó rumores sobre «sucesos paranormales, rituales o similares». Para él, simplemente «fue un asesinato como otro que la investigación policial no pudo desentrañar».
En las investigaciones de la SEIP, coordinadas por Antonio Pérez, se realizaron diversas preguntas para averiguar las causas del asesinato y los autores. Ya en 2005 se intentó lo mismo pero la grabación de psicofonías no sacó nada en claro. En esta ocasión, el 6 de diciembre pasado, en las ruinas del hostal, el investigador preguntó: «¿Qué haces aquí?» Y una voz respondió: «ayuda, necesito ayuda». Según las conclusiones del análisis de los sonidos registrados en aquella noche, una voz de hombre, dijo: «socorro». Y otra voz femenina pidió que «venga a pegarle… por aquí». Otras de las respuestas obtenidas, en diferentes voces y tonos de hombres o mujeres fueron «aquí nací... muero aquí», «por mentir; ¡cerdo! ¡muere por mentir!», «cabrón, haz pis» o incluso «¡Ascensión, asesina!».

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